Orgánico, diseño
Movimiento del diseño que en su primera
fase se desarrolló entre 1931 y 1960, y luego desde
los años '90 al presente.
El diseño orgánico es un enfoque holístico
y humanizador del diseño.
Su método de trabajo consistía en el desarrollo
de soluciones integradas, de modo que la totalidad de un esquema
arquitectónico se unificaba, generando un efecto general
mayor que la suma de las partes.
En ese enfoque orgánico fue crucial la manera en que
los elementos individuales, como objetos o muebles, conectaban
visual y funcionalmente con el contexto de su emplazamiento
interior y el conjunto del edificio. |
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También era importante cómo los interiores se integraban
con la totalidad del esquema y cómo el propio edificio lo
hacía con su entorno, mediante la armonía de sus proporciones,
los materiales y el color.
Pero si bien la interconexión y el espíritu de la
naturaleza eran la base de la arquitectura orgánica, no solían
emplearse formas orgánicas; eso hasta que a principios de
los años treinta, Alvar Aalto, uno de los mayores defensores
del diseño orgánico, lideró un vocabulario
humanizador y moderno de la forma, donde las curvas suaves y sinuosas
se opusieron al rígido formalismo
geométrico del estilo
internacional.
La principal preocupación de Aalto eran las conexiones funcionales,
espirituales y emocionales de sus muebles con los usuarios individuales.
Sus ideas tuvieron un alto impacto, sobre todo en los EE.UU, cambiando
el rumbo del diseño hacia el movimiento orgánico moderno:
de este modo, diseñadores como Eero Saarinen y Charles Eames
crearon sillas, muebles realmente revolucionarios, no sólo
por la tecnología de punta que utilizaron en la estructura,
sino también por el concepto de contacto y soportes continuos,
promovido mediante las formas orgánicas ergonómicas
y refinadas del asiento.
La aplicación práctica del diseño orgánico
Saarinen la llevó a su arquitectura: su obra maestra es la
terminal orgánica de la TWA en el aeropuerto Kennedy, uno
de los edificios más extraordinarios del siglo XX.
A principios de los años noventa, impulsado por un mejor
conocimiento de la ergonomía, la antropometría, los
avances en el diseño y la creación por computación,
el diseño orgánico emergió con más fuerza
que nunca.
Independientemente del material empleado, ya sea natural o plástico,
el diseño orgánico expresa toda su potencia cuando
su sensual y emocional vocabulario formal conecta con el usuario
de manera subliminal, apelando directamente a su sentido innato
de la belleza natural.
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