En
la fachada norte Rubens 1577-1640, Goya 1746-1828, Voillet le
Due 1814-1879, Michelangelo 1475-1564, Bramante 1444-1514. En
la fachada sur, de oriente a poniente, vemos a Donatello 1386-1466,
Jean Bologne 1524-1603, Giotto 1266-1336, Vignole 1507-1573,,
Mantegna 1430-1506. En la fachada poniente, de norte a sur, costado
norte: Benvenuto Cellini1500-1570, El Greco 1548-1625, Tiziano
Velli 1477-1576 y costado sur: Bernini 1598-1680, Tintoretto 1512-1594,
Velásquez 1599-1660.
Cada medallón está enmarcado por una moldura cortada
en la parte superior por una consola. De cada medallón
pende una guirnalda. Entre los medallones hay, en cada paño,
dos motivos enmarcados por una voluta.
En el espacio comprendido entre las columnas empotradas, el arquitrabe
y el chaflán decorativo del vano de acceso, en ambos lados,
hay un alto relieve que representa a u niño que sostiene
palmas y ramas de laurel.
IV.
EL MUSEO LANGUIDECE
En su memoria del año 1911, Enrique Lynch ya instalado
en el nuevo museo, da cuenta de la distribución de obras,
tanto las provenientes del Partenón de la Quinta Normal
como las adquiridas durante la exposición del Centenario.
Describe que en el gran hall se instalaron las estatuas de mármol
y bronce originales de artistas extranjeros y nacionales, además
de la colección de copias de arte antiguo. En las salas
del ala sur del primer piso se distribuyeron las pinturas originales
y en salas separadas las copias. En el segundo piso, ala sur,
se reunieron las pinturas adquiridas durante la exposición
del Centenario, completándose con las pinturas europeas
del antiguo museo. En las salas del ala norte primer y segundo
pisos se distribuyó la casi totalidad de cuadros de autores
nacionales junto con las obras de la colección del General
Maturana y las legadas por Eusebio Lillo. En todas las rotondas
se ubicaron muebles de estilo y en sus paredes se colgaron acuarelas
y grabados.
En el catálogo del museo de 1911 se indicaba que la colección
de esculturas contaba con 147 obras, pero no más de una
docena de originales. El resto, copias. Entre las obras originales
estaban: Carlos Lagarrigue “Giotto” (1891), José
Miguel Blanco “El tambor en descanso” (1884), Horace
Dallion “Le rocher et la mousse” (1906), Simón
González “El niño taimado” (1895), Ernesto
Concha “La miseria” (1910), Virginio Arias “El
descendimiento” (1887), “Madre Araucana” (1896),
“Dafne y Cloe” (1885), Nicanor Plaza “El juego
de chueca” (1880) y “La quimera” (1897) La cantidad
de copias en pintura era también considerable y en otros
casos atribuidas sin mayores antecedentes. En total cerca de 500
pinturas.
El director señala que desde su inauguración el
museo era muy visitado, cobrándose una entrada de cincuenta
centavos, dejando el ingreso gratuito los días jueves y
domingo. No hay duda que el museo se transformó en visita
obligada por la curiosidad y admiración que despertaba
su arquitectura. Así, por ejemplo, durante al año
1913, se contabilizaron 3.204 personas que pagaron entrada y más
de 25.000 que acudieron en días de ingreso gratuito.
JOSÉ GIL DE CASTRO Y
MORALES C. 1786 - 1850
SANTO DOMINGO, 1817. PINTURA ÓLEO SOBRE TELA
72x46 CMS.