Este
período que comentamos termina con el pintor Luis Vargas
Rosas, quien dirigió el museo por espacio de casi 24 años,
entre 1946 y 1970. Durante tan larga gestión, el director
se encontró con los mismos problemas a que aludíamos.
A él le correspondió superar, por primera vez, la
cifra de cien mil visitantes, al recibir, durante el año
1953, un total de 109.124 personas.
Es importante recordar la exposición retrospectiva del
pintor Juan Francisco González, que organizó en
1953, en el centenario de su nacimiento; era la segunda que se
presentaba después de la organizada por la Facultad de
Bellas Artes de la Universidad de Chile, el año 1933, a
raíz del fallecimiento del destacado artista. En esta oportunidad,
se expusieron 302 obras provenientes de la propia colección
y de coleccionistas privados.
En 1963, el director hacía presente que “si no se
efectúan reparaciones totales e inmediatas a todo el edificio,
dentro de poco tiempo quedará en estado ruinoso”
Esta historia llena de vicisitudes y con tantas carencias explica,
en gran parte, el aislamiento en que fue quedando el museo y por
qué algunas importantísimas exposiciones se desplazaron
a otros espacios.
La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, con su
Escuela anexa al museo, tuvo ciertamente un papel protagónico,
colaborando con aquél a través de los salones que
organizaba anualmente o bien tomando la iniciativa para programar
importantes exposiciones en el Palacio de Bellas Artes. Esto explica,
por ejemplo, que la exposición “De Cézanne
a Miró”, a fines de los años sesenta, enviada
por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, se haya realizado
en el Museo de Arte Contemporáneo con una concurrencia
no superada de 202.000 visitantes.
V
EL MUSEO SE
ACTIVA
Al asumir Nemesio Antúnez la dirección del museo,
a fines de 1969, se dio comienzo de inmediato a su remodelación.
Hasta esa fecha, como hemos visto, ningún director había
dejado de preocuparse del problema, lográndose sólo
acondicionamientos menores y reparaciones indispensables; pero
el edificio no había sido tocado. Sin duda, el trabajo
más importante que emprendió el nuevo director fue
la construcción de la Sala Matta en el subsuelo, con una
superficie de 600 metros cuadrados: espacio limpio, continuo,
sin interrupciones, que incorporó una magnífica
sala moderna para las exposiciones temporales.
Al mismo tiempo, se preocupó de elaborar una programación
expositiva sistemática tanto nacional como internacional.
Durante el año 1971, por ejemplo, se realizaron treinta
y ocho exposiciones, cifra elevadísima que superaba todo
lo que se había efectuado hasta ese momento: exposición
del escultor norteamericano Alexander Calder; “Ciento cincuenta
años de pintura argentina”; “La mujer”,
conjunto de 500 fotografías sobre el tema provenientes
de Alemania; “Cien años de arquitectura”, entre
otras. Por segunda vez, se superaba la barrera de los cien mil
visitantes en toda la historia del museo: ese año la asistencia
de público fue de 166.529.

THOMAS SOMERCASALES 1842 - 1927
PAISAJE EN ROJO, 1888. PINTURA ÓLEO SOBRE TELA 23x33 CMS.